Actualización de contenidos jurídicos, iniciativas colectivas, transformaciones en el uso de términos y en organizaciones públicas, se han completado para integrar en distintos ámbitos a las personas en edad temprana como sujetos sociales de Derecho
Caracas, 10 de diciembre de 2017.- El Estado, a través del Gobierno Revolucionario, avanza en reconocer cada vez más con esfuerzos contínuos y significativos los Derechos Humanos (DDHH), dando cabida especial a los derechos de los niños, niñas y adolescentes. En tal sentido, actualiza contenidos, redefine el sentido del funcionamiento de las organizaciones públicas y promueve prácticas hacia el bienestar de la población infantil y de las personas que vivencian la etapa de la pubertad, mientras se recuerda anualmente una iniciativa que se generó en el contexto de la expansión del sistema capitalista en numerosos países hace más de medio siglo: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuya efeméride, denominada como el Día Internacional de los Derechos Humanos, transcurre cada 10 de diciembre.
Si bien el mencionado documento significó la exclusión de Estados-nación en desacuerdo con los intereses vinculados a su elaboración, en Venezuela se ha decidido apuntalar aspectos importantes de esta para intentar la convivencia armónica en conjunto con grupos de gran disponibilidad financiera.
Entre los logros en la República Bolivariana de Venezuela hacia el reconocimiento de los DDHH se encuentra en la Constitución de 1999, la incorporación de la vida, la salud, la educación, el deporte, la recreación, la vivienda y la participación política ampliada con el derecho al voto a privados de libertad que no han sido procesados penalmente y para los militares.
Otro aporte a destacarse, en el referido orden de ideas, en la Carta magna construida con todos los sectores bajo directrices del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, es su título III “De los Deberes, Derechos Humanos y Garantías”, conformado por 13 artículos que enmarcan la responsabilidad del Estado para garantizar el respeto a los Derechos Humanos inalienables para todo ciudadano; lo cual superó, en su momento, la mayoría de los estándares que estaban vigentes en la mencionada materia.
Como complemento, en referencia a los derechos de niños, niñas y adolescentes, en el artículo 78 de la Constitución, se establece el reconocimiento de ellos y ellas como sujetos plenos de derecho, algo inédito en nuestro país, en el que se había privilegiado la cultura de referirse a las personas que no habían alcanzado los 18 años con el término “menor”, asociado a jóvenes delincuentes y considerado peyorativo.
Para superar esa tendencia y simultáneamente tratar de profundizar en la atención integral hacia la infancia y a la adolescencia, se aprueba el 1 de junio del 2000 la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (Lopna) y el 8 de junio de 2015 la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), con lo que se estructuran las bases para la creación del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.
Como consecuencia de todos estos avances en revolución, niños, niñas y adolescentes venezolanos continúan creciendo, alimentándose de manera sustanciosa y recibiendo educación de calidad en nuestro país, actualmente en medio de dificultades, con voceros antigubernamentales impulsando a algunos comerciantes privatizados a continuar cobros muy elevados para la obtención de productos básicos como la leche, cereales y frutas.
También en cuanto a progresos para el cuidado de los DDHH, el Gobierno Bolivariano motiva la conformación de organizaciones como el Comité de Víctimas de la Guarimba y la Comisión de la Justicia y la Verdad para evitar hechos vandálicos y otras acciones perpetradas por sectores opositores desde el año 2002, con el propósito de hacerse del poder político.
Actualmente, en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), estructura de importancia para avanzar en la democracia participativa y protagónica venezolana, funciona la Comisión de Derechos Humanos y Garantías Constitucionales como parte de los logros cada vez más socializados, muy importantes por el impacto favorable bastante notorio en los sectores que durante décadas fueron desatendidos y en los que ya ocurre una indetenible recuperación.