Caracas, 12 de septiembre de 2017.- Un día como hoy, pero, del año 1944, fue declarado el año internacional de la salud por la OMS, con el propósito de fomentar hábitos de higiene y políticas de Estado que se ocupen de todo el cuerpo, incluyendo la boca y los dientes, tan importantes para la salud en general, como el hecho de que una infección en las encías puede afectar la salud del corazón.
La salud bucodental, se puede definir como la ausencia de malestar o dolor en boca y/o cara, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades de las encías, caries, pérdida de dientes y otras enfermedades o trastornos que limitan la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar. La salud bucodental es fundamental para gozar de buena salud en general y calidad de vida. También comprende traumatismos físicos y las lesiones congénitas como labio leporino y paladar hendido.
Los principales factores de riesgo, para el padecimiento de enfermedades bucodentales, son la mala alimentación, las desnutrición, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, la falta de higiene bucodental y, algunos determinantes sociales (suelen ser más frecuentes entre los más pobres y desfavorecidos).
La más común de las enfermedades dentales es la caries, esta se caracterizada por la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Inicialmente se manifiesta como una mancha blanquecina sobre la superficie dental, que con el tiempo llega a causar sensibilidad o dolor al ingerir algunos alimentos, especialmente los dulces y bebidas frías o calientes.
Entre los principales factores para que se desarrolle, están: 1. Anatomía dental: la composición de su superficie y su localización puede hacer que los dientes retengan más o menos placa dental. 2. Placa dental: capaz de producir caries debido a la capacidad de los microorganismos que la colonizan. 3. Dieta: la presencia de carbohidratos fermentables en la dieta condiciona la aparición de caries. 4. Bacterias: aquellas capaces de adherirse a la superficie del esmalte.
¿La caries es contagiosa?
No, pero, las bacterias que favorecen su aparición sí. Se transmiten de persona a persona, a través de la saliva, principalmente de madres a hijos. Además, los hábitos de los padres, influirán en la salud bucal de los pequeños, de modo que, un padre con boca sana y libre de caries, constituye un factor de riesgo menor para el hijo; aun así, todos los padres deben evitar, soplar la comida de sus hijos, darles besos en la boca o compartir cubiertos, puesto que de esta manera transmiten bacterias capaces de producir caries a sus hijos.
Prevención y Tratamiento
La enfermedades bucodentales y otras afecciones crónicas puede enfrentarse reduciendo los factores de riesgo, por ejemplo: al reducir de la ingesta de azúcares y tener una alimentación balanceada se puede prevenir la caries y la pérdida prematura de dientes; la ingesta de frutas y verduras, así como no fumar y reducir el consumo de alcohol disminuye el riesgo de cáncer de la cavidad bucal y otras afecciones en dientes.
Las caries dentales pueden prevenirse mediante la fluoración del agua de beber, la sal, la pasta dental, entre otros, o bien mediante la aplicación de fluoruros por profesionales. La exposición prolongada y adecuada de fluoruros, reduce el número de caries tanto en los niños como en los adultos; sin olvidar por supuesto, una correcta higiene bucal, que incluye un cepillado adecuado y el uso regular de hilo dental.
En las enfermedades bucodentales congénitas, se cree que tanto la edad avanzada de la madre, como el consumo bajo de ácido fólico durante el embarazo, y la contaminación medioambiental, se asocian con tasas más altas de labio leporino y paladar hendido, una de las razones por la cual se aconseja realizar el control prenatal oportuno.
Las afecciones producidas por traumatismos también son prevenibles. Mediante la atención a las señales de tránsito y reglamentos de circulación de vehículos automotor; El uso de equipos eficaces de protección, en la práctica de deportes de impacto; así como entornos físicos seguros y mayor vigilancia a los niños, para reducir considerablemente las lesiones faciales.
La mayoría de las enfermedades y afecciones bucodentales requieren una atención odontológica profesional, no obstante, los costos de estos servicios hace que la mayoría de las personas se vean limitadas del acceso a los mismos. Por tal motivo, la mayoría de los países ni siquiera contemplan programas públicos de salud bucodental.
Para el Gobierno Bolivariano, en cambio, la salud bucal es política de Estado, creando diferentes programas para la prevención, tratamiento y promoción de la salud bucodental, lo que redunda en bienestar psicosocial. En este sentido, el servicio de atención integral de la Fundación Nacional El Niño Simón, brinda a niñas, niños y jóvenes de entre 0 y 17 años consultas de evaluación, diagnóstico y tratamiento odontológico, gratuitas y de calidad.